domingo, 11 de octubre de 2015

Tlalpujahua, Michoacán


Tlalpujahua Michoacán, es un pueblo situado en una cañada de la sierra del oriente del estado y se localiza a 156 Km de la capital del mismo. Es un municipio particularmente pintoresco, colorido y apacible. Reconocido como Pueblo Mágico y como tales, comparte las calles empedradas y la atmósfera de un sitio de esos en los que parece que el tiempo no transcurre.

Cuenta con paisajes esplendorosos y un clima por demás agradable. Sus pobladores están habituados a los visitantes sin perder la calidez de gente de provincia.


Su industria local, se desarrolla a partir de la fabricación y comercialización de esferas y adornos navideños. Se considera que el origen del pueblo es prehispánico, sin embargo, su importancia deviene hasta la llegada de los españoles y las encomiendas a su cargo. A mediados del siglo XVI que despertó un gran interés por el poblado debido al descubrimiento de minas de oro y plata, lo cual influyó de manera determinante en el crecimiento del pueblo y su región. 




Viajé desde la ciudad de Maravatío con mi amiga Cinthia. Disfrutamos de una tarde con un clima por demás agradable desde la terraza de un café. Visitamos los innumerables negocios que comercializan esferas y adornos navideños. En fin, la tarde fue poca para disfrutar de sus maravillas, afortunadamente pudimos traer con nosotros un poco de su luz.


Sus calles son tranquilas, familiares y concurridas en las que el paseo no termina si uno no quiere. Se observa una gran actividad económica, basada en la prestación de servicios, la artesanía y principalmente el comercio de esferas navideñas de las cuáles se encuentra una importante fábrica desde la mitad del siglo pasado.


 


Maravatío, "la puerta de oriente", Michoacán

Maravatío, Michoacán, la cual es llamada por sus habitantes "la puerta de oriente" del estado. Es una ciudad estratégica por su ubicación, ya que colinda con el Estado de México, Querétaro y Guanajuato; además de ser un punto intermedio entre la Ciudad de México, así como también entre la capital del país y la capital del estado de Michoacán.

Es un punto de referencia para llegar al Santuario de la Mariposa. Actualmente su actividad económica se centra en la prestación de servicios y el comercio, además del flujo migrante de casi todo el municipio hacia el vecino país del norte. Su gente es de carácter amable, aunque condicionada, por la violencia e inseguridad que se vive en el país. Pude visitar un museo de reciente apertura en el cuál se reúne un pequeño acervo de piezas de varias épocas, desde vasijas y figuras prehispánicas hasta objetos utilitarios del siglo pasado (en su mayoría).


Ideal como punto de partida al santuario de la Mariposa Monarca, ubicado en los municipios de Angangueo y Ocampo. También se localiza a treinta minutos de la ciudad el pueblo minero de Tlalpujahua, del cual hablaré en la siguiente entrada. Anqué la ciudad de Maravatío es de origen prehispánico, no se conservan de ella ni zonas arqueológicas ni conjuntos arquitectónicos de relevancia.

 

Morelia, Valle de Guayangareo, Michoacán.


Morelia, Michoacán. Es una de las ciudades virreinales más importantes en el país. Capital del estado, origen ideológico de la independencia, escuela de Miguel Hidalgo y cuna de José María Morelos y Pavón. La ciudad de canteras rosadas en el Valle de Guayangareo, es desde tiempos prehispánicos un oasis de dulces frutos y brillantes camelinas. 



La Ciudad de Valladolid fue fundada el 18 de mayo de 1541, por mandato del Primer Virrey de la Nueva España Don Antonio de Mendoza. La ciudad ha sido testigo y gestora de muchos momentos importantes en la historia de México, como la lucha de independencia, la revolución mexicana, el movimiento cristero y los conflictos estudiantiles del 1968, entre otros. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1991. 


Actualmente, la derrama económica más importante proviene del turismo y la oferta de servicios. No obstante, el sector se encuentra paralizado debido al clima de inseguridad que vive el estado. También destacan los servicios educativos prestados por instituciones públicas y privadas de gran reconocimiento. Es la capital y la metrópoli más poblada del estado de Michoacán. 



Es un placer caminar por las calles del centro histórico, en las que los muros ancestrales de cantera rosada son testigos del paso del tiempo. La ciudad, pesar a todo, aún conserva el aire tranquilo de provincia. Se disfruta caminar por sus calles. Sus monumentos se encuentran en un magnífico estado de conservación; de entre los cuales destacan la monumental Catedral, el emblemático acueducto, así como la magnífica plaza de Villalongín que alberga la fuente de las tarascas. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

Angangueo, El País de la Monarca



Entre los meses de octubre a marzo llega a los bosques del oriente michoacano, después de una travesía de más de 4.000 kilómetros, llegan desde Canadá la Mariposa Monarca.



Es un espectáculo natural que provoca admiración a propios y extraños. Es en los municipios de Ocampo y Angangueo la puerta de entrada a éste magnífico santuario de oyameles donde, desde tiempo inmemorial llegan a hibernar las coloridas mariposas. Angangueo es un poblado de tradición minera que se ubica en la cañada de la sierra de Chincua. Real de San Bartolo es un lugar pintoresco, ideal para comenzar la magia en nuestro recorrido por los bosques que durante el invierno son el hogar de las mariposas. Aún es posible ver la infraestructura de las minas.







Actualmente la economía de la población se basa en la prestación de servicios a los visitantes. Hay hoteles con precios que van desde $200 a $1000 pesos. Cuenta con una gran cantidad de fondas y restaurantes con precios variados y tiendas de suvenires. 





Cerca de dicho poblado encontramos gran variedad de atractivos como los son otros dos pequeños poblados originarios de la cultura Purépecha que poco a poco se han ido transformando gracias a la derrama de recursos generados por el turismo y la migración hacia los estados unidos. Es una cierra de pinos y oyameles que se enfrenta a la tala de árboles, inmoderada y clandestina.

martes, 29 de septiembre de 2015

Ciudad Hidalgo, Taximaroa "Lugar de carpinteros"


En Michoacán, muy cerca del territorio de la mariposa Monarca, se encuentra Ciudad Hidalgo, cabecera municipal y núcleo económico de la región. Se localiza a 102 km, de la capital del Estado y a 47 de Zitácuaro.


El origen de los primeros pobladores se remonta a épocas prehispánicas. Los antiguos bosques de Taximaroa, "Lugar de carpinteros" en el oriente michoacano han sido testigos milenarios del tránsito de distintas culturas; desde pueblos Chichimecas y Toltecas que transitaron y explotaron la región, hasta el asentamiento de la cultura Purépecha quiénes establecieron y defendieron los límites de su imperio, el único que no lograron dominar otros pueblos, incluidos  los Aztecas.

Llegó a ser una importante ciudad satélite de la cultura Purépecha y dio origen a lo que hoy conocemos como la cabecera municipal. La región, destaca por sus recursos naturales, su cultura y la gente que transforma los elementos y les da vida con sus manos. Actualmente es el epicentro comercial más concurrido de la zona. Cuenta con una importante actividad agrícola y ganadera. La industria forestal está ampliamente desarrollada en sus distintas vertientes, desde la producción forestal, hasta la elaboración de productos y muebles con calidad de exportación. 


La comarca cuenta con diversos atractivos turísticos naturales entre las que destacan las presas de Sabaneta, Mata de Pinos y Pucuato se localizan al sur de la ciudad (a 10, 30 y 32 km, respectivamente). Dando forma y vida, al llamado: "corredor turístico", conformado por un recorrido en carretera entre dichas presas. Además muy cerca también se encuentra la zona geotérmica de los Azufres, explotada por la CFE y que abastece de energía eléctrica a gran parte del estado.


lunes, 7 de septiembre de 2015

Ciudad de México

La ciudad de México, por sí misma es un viaje completo. La riqueza social y cultural del México del siglo XXI se fusiona y contrasta en "El ombligo de la luna". Una metrópoli tumultuosa, con infinidad de facetas y frecuentemente con muy poca calidad de vida por la prisa, la distancia, la contaminación o el estrés de alguien cansado a nuestro alrededor.

No es la primera vez que observo de cerca la histeria colectiva y la desconfianza que se asienta en los sistemas de transporte; donde se mezcla con los aromas a sudor, tacos, perfumes baratos, música estrepitosa que tratan de vendernos y que nos duele, y todo ello contribuye a construir y  delimitar una gran paranoia de la que todos participamos. He vivido cortas temporadas, y he sido viajero en tránsito innumerables veces. Me he involucrado en la dinámica de la ciudad de distintos modos, la he visto, amado y odiado desde diferentes ángulos, como a cualquiera que disfruta y padece al monstruo en el que habitamos. Caminando al mismo ritmo, con los mismos miedos, con las mismas necesidades, con el anonimato de las personas que habitan las grandes urbes. Con el anonimato que permite ser uno mismo, porque al mismo tiempo, uno no es nadie. Las imágenes de la diversidad caminan todos los días construyendo murallas de gente que respira, ama y trabaja sobre unas calles históricas que nos permiten percibir nuestra pequeñez en el tiempo.

La Ciudad de México es como un catálogo viviente del México en el que crecimos, no en vano es la ciudad con mayor flujo de migración interna en el país, la política tiene su cúpula y conviven culturas, credos, ideas y relaciones comerciales y sociales de todo tipo.  



 Los contrastes en las calles y entre su gente no terminan nunca, al contrario, se enciman, evidencian y multiplican los opuestos que forman el ser humano como individuo y sociedad. La capital sufre la mayoría de los problemas que aquejan a México y los propios de las grandes capitales. No obstante también goza de las ventajas de la sociedad moderna, en las que se fusionan diversas culturas a la luz de la infraestructura de la civilización contemporánea.


Cacaxtla, “Lugar donde muere la lluvia en la tierra”


Con un nombre por demás poético, en el estado de Tlaxcala, se encuentra la zona arqueológica de Cacaxtla, “Lugar donde muere la lluvia en la tierra”. Muy cerca de San Miguel del Milagro, en el municipio de Nativitas, entre otros conjuntos arqueológicos de orígen Olmeca se encuentra un fabuloso complejo ritual y palaciego en el que sobresalen debido a su estado de conservación,  los frescos y murales que adornan la construcción de más de mil años de historia.

Su ubicación, es estratégica e inmejorable, al encontrarse sobre una colina que  permite una magnífica vista del valle de Puebla, y el altiplano de Tlaxcala desde el mismo lugar. A poca distancia, en un cerro cercano se alcanza a divisar una de las pirámides del conjunto denominado Xochitécatl, compuesto por cuatro pirámides. La zona aún está sembrada de amaranto, cultivo prehispánico de gran importancia en la economía local y que como las ruinas del palacio sobrevive a pesar del mal tiempo y los saqueos.

Apenas  llegar a Cacaxtla se siente la tranquilidad del pueblo, el aire fresco y el paisaje verde dan la bienvenida al lugar. Los habitantes acostumbrados al turismo son amables y su risa fácil, nos contagió alegría. Caminamos drante un par de horas en los que compartímos puntos de vista y admiración de la fuerza creativa del hombre a través del tiempo. Cuando vemos cómo vivieron nuestros antepasados, resulta más fácil imaginar su vida, sus pasiones, sus necesidades y ese influjo que los hizo mover piedras y montañas para alzanzar a los dioses.


Es evidente el cuidado que se tiene para la conservación del lugar en el que han colocado una gran nave que cubre el recinto, de tal modo se evita la erosión natural provocada por los elementos. Gran parte del recorrido está cubierto y delimitado por una estructura de madera, que evita daños provocados por los visitantes.

Visitamos el museo de sitio un domingo, día en el cuál está exento el pago de la entrada al lugar. Viajamos en coche desde la ciudad de Puebla con nuestros amigos Lalo, Claudia y Viry, nos ha tomado menos de una hora llegar, pues se encuentra relativamente cerca de la carretera México-Puebla.

Cantona, "La casa del sol"


En estado de Puebla, cerca de la frontera con Veracruz, se encuentra la zona arqueológica de Cantona, "La casa del sol" es un formidable emplazamiento arqueológico donde es posible observar los vestigios de una cultura imponente; en una de las ciudades erigida por los grupos Olmeca - Xicalanca como centro urbano y punto control de diversas rutas de comercio provenientes del centro y con destino al golfo de México.
     Actualmente el recinto se encuentra resguardado por el INAH, institución que se encarga de la concervación del lugar y ha construído un bonito museo de sitio desde el que ofrece información y diversos servicios al visitante. Cuenta con innumerables objetos encontrados en la zona, así como réplicas y reconstrucciones realizadas por el personal del lugar. En Cantona es posible caminar horas sobre sus calles empedradas y detenerse en las plazas públicas o sobre las pirámides; desde donde  se disfruta de una espléndida vista que deja admirar el paisaje en el que es evidente el paso de los siglos y  las vidas acumuladas de las personas que labraron la piedra y hace que nos maravillemos con los vestigios de la energía depositada en el ejercicio de construír para vivir.






      
   La ciudad de Cantona fue el centro político que controló y distribuyó los recursos de la Sierra Madre Oriental, y rafirmó su influencia a través de las rutas de comercio entre el golfo y el interior de mesoamérica. En el emplazamiento se han descubierto más "canchas de juego de pelota" que en cualquier otra urbanización del México prehispánico. Hasta el momento veinticuatro edificios con esas características, innumerables patios y explanadas, así como magníficas pirámides que onstatan su grado de civilidad y la influencia que aportaban al mapa político de las culturas mesoamericanas hacia el año 1000 D.C.

viernes, 29 de mayo de 2015

Puebla de los Ángeles


Más lentos y decididos,  mis pasos transitan nuevamente  la ciudad de Puebla. Han pasado poco más de dos años desde que vine aquí por primera vez.  No podría enumerar del todo las impresiones y emociones que me siguen provocando los colores y la gente de estas calles desconocidas. Es una ciudad que como todo México está formada de contrastes y diferencias que a simple vista parecen irreconciliables; pero que si observamos detenidamente forman realidades completas de las que somos parte al menos un momento al día.

 


 La ciudad se despierta tarde, con la calma de las ciudades de provincia. Tarde, como no queriendo la cosa. Extendiendo lo más posible el amanecer y el frescor del nuevo día. Mientras camino presuroso al trabajo observo  de frente el Popocatepetl, el cuál reconcilia esos contrastes de los que hablaba anteriormente; frío y calor, roca sólida y volátiles copos de nieve. Es el paisaje al que se dirigen mis pasos a través de las calles de esta ciudad progresista y  conservadora.




Los Franciscanos fueron la primer orden religiosa que se asentó en la región, los cuáles fueron los encargados de crear la primera colonia que sirviera de descanso a los viajantes provenientes de España en su transcurso de La Villa Rica de la Veracruz hacia la nueva capital virreinal. Se considera a Fray Toribio de Benavente el fundador de "La Puebla de los Ángeles", pues fue el encargado de informar al consejo de Indias sobre el establecimiento de una encomienda en dicho territorio en 1531. Posteriormente, en 1532 fue concedido el nombre de "Ciudad de los Ángeles" por cédula real expedida por Isabel de Portugal.

Un poco de historia...

La ciudad de los Ángeles es una Ciudad Virreinal fundada por decreto real el 16 de Abril de 1531. Nombre que fue cambiado por el Rey Carlos I en 1538. La ciudad presenta muchas similitudes a ciudades coloniales de la época. En las fachadas se distinguen periodos de historia definidos, por manos mestizas e ideas del primer mundo en constante evolución.

La Metrópoli se sitúa entre la Ciudad de México (capital del país) y el puerto de Veracruz. Ruta que data de la conquista de América y punto estratégico para grandes culturas prehispánicas. La ciudad, a pesar de su carga histórica es una ciudad moderna y ágil. Con sistemas de trasporte y comunicación en permanente desarrollo. Cuenta con campus de las universidades más prestigiosas del país. Es sede de innumerables eventos culturales durante el año y es dueña de una arquitectura colorida y llena de ángeles que llenan de smog los pulmones y sentimientos dispersos pero, diversos en la cabeza de los peatones.